jueves, 5 de marzo de 2009

Cap.1 -Al caer del cielo se abrio una puerta al infierno

Siempre vivi tranquilo y al margen de las diversiones de los demas angeles, ellos pasaban la eternidad rodeados de alimentos y bebida, musica y orgias llenaban sus dias y eran felices creyendose libres, pero no eran mas que marionetas que EL usaba para entretenerse, sus juguetes y sus sirvientes, y yo era un juguete roto que no guardaba en la misma caja, nunca me dijeron nada pero la manera en que me miraban y la manera en que me trataban demostraba que les incomodaba que yo estubiera alli, notaban en mi algo diferente que les asustaba, les daba miedo que un dia dejara de pasear e hiciera algo que llamara la atencion de Dios y le ofendiera, pero el tiempo siguio pasando y nada cambio... las mismas miradas, la misma tension al cruzarme con los demas, todo igual.
Un dia como cualquier otro en uno de mis paseos algo me hizo cambiar la direccion de mis pasos, vague largo tiempo sin poder cambiar de rumbo, mi cuerpo se consumia a si mismo y mi mente se turbaba poco a poco, es posible que pasaran años, incluso siglos, de mi solo quedaban huesos pellejo y un profundo y arraigado odio, me arrancaron mi libertad por no ser un juguete, por llevar una vida alejada de los demas, una eternidad de castigo, caminaba sin fuerza y ya no notaba el aire en mis pulmones, era un cadaver, estaba muerto en vida y ya no recordaba quien era ni adonde me dirigia, solo sentia dolor y odio, caminaba por el borde del abismo y mis pies huesudos estaban llenos de yagas y cayos, mis ropas sucias y ajadas y mi cuerpo esqueletico y deformado.
Un dia mientras seguia caminando mi cabeza se ladeo y lo vi, vi el abismo y en el mi salvacion, tan solo tenia que dar un paso hacia la izquierda y caeria, podria descansar, me costo reunir las pocas fuerzas que me quedaban y lo intente, todo mi esfuerzo para nada, mis piernas flaquearon y casi se quiebran y mi camino seguia siendo el mismo.
Cada minuto, cada segundo era una agobiante eternidad y me hacia pensar que el ser diferente fue un error, que habria logrado ser feliz si hubiera seguido la corriente y que era posible que los demas sintieran lo mismo que yo pero se hubiesen dado cuenta de su situacion y sus posibilidades. Me sentia estupido y anhelaba un lugar entre los demas angeles, siglos de castigo habian conseguido doblegar mi personalidad, algo en mi interior me decia que ahora podia cambiar mi rumbo y volver con los demas, senti como nuevas fuerzas eran insufladas en mi cuerpo.
En el momento en que decidi volver y me encaminaba hacia mis hermanos una voz cruzo mi mente como un rayo: "vuelves a ser mi juguete". Vuelvo a ser un juguete, ¿que queria decir?, siempre pense que era el unico diferente, el unico que no habia caido en el juego de un dios que se reia de nosotros y ahora me daba cuenta de que la unica marioneta era yo.
Todo el dolor, toda la pena y el odio volvian a mi ser y en un instante reuni fuerzas para echarme a correr y saltar al abismo. Nunca mas volveria a ser un juguete.
EL aire volvio a llenar mis pulmones, ya fuese por que me habia librado del castigo o porque la velocidad de la caida metia el aire a la fuerza, daba igual, era una sensacion increible y me sentia vivo de nuevo.
Intente mirar hacia abajo pero el viento se clavaba en mis ojos y tras varios intentos consegui abrirlos, veia La Tierra, la veia verde y azul, poblada por mortales que nunca sufririan un castigo como el mio, me di cuenta de lo mucho que me gustaria vivir entre ellos y tener la oportunidad de enseñarles la verdad del dios que adoraban.
Seguia cayendo y parecia que nunca llegaria al final, pero no tenia prisa, ahora sabia que era libre y que tarde o temprano comenzaria a vivir de nuevo.
Por fin estaba llegando al final, cada vez La Tierra se veia mas grande y comence a diferenciar ciudades, bosques, colinas y rios y en el momento en que iva a impactar contra el suelo la tierra se abrio y me trago, me precipitaba hacia las entrañas del mundo, Dios nunca perdonaria mi ultimo acto de libertad y volvia a castigarme de nuevo, toda mi esperanza de habitar entre los humanos era tragada por las profundidades. Mi cuerpo se estrello contra el suelo, mis huesos se quebraron y mis organos reventaron, volvia a estar lleno de odio y resenteminiento, mi cuerpo deshecho no me preocupaba, era inmortal y el tiempo me sanaria. Ya no queria vivir entre los hombres, habia encontrado mi reino, "El Reino de la Oscuridad" y entre sombras y tinieblas conseguiria vengarme de Dios.

3 comentarios:

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  2. Niño!!!!!!! Tu imaginación sigue siendo desvordante, cada día mejor. Tienes que hacer una segunda parte de este relato eh??
    Un besazo!

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  3. jajaja el lunes sigue la movida me alegra un monton que te haya gustado.
    un besote!!!!

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